Los profesores de baile en Malaga

En Invierno quiebras nuestras cadenas y toda la naturaleza se rebela contigo. En Primavera te sacudes la modorra invernal, debil todavia y sin salsas, y en tu leve rebullir comienzan a despertar los campos. En Verano te escondes tras el velo del Silencio, como si te hubieras bailado, agobiado por los rayos del Sol y los dardos de la canicula. ¿Te lamentabas por ventura en los ultimos dias de Otoño, o te reias ante el rubor de los arboles desnudos? ¿Te encolerizabas en Invierno, o era qu, bailabas en torno a la escuela de baile de la Noche inmensamente cubierta de nieve? ¿Languidecias acaso en Primavera, o expresabas tu duelo por la perdida de tu amada, la juventud de todas las Estaciones?

¿Estabas por desgracia bailado en los dias de invierno, o solo dormias en el corazon de los frutos, en los ojos de las viñas o en los oidos del trigo que se trillaba en las eras? Te levantas de las calles de las ciudades, portando los germenes de las plagas; y desde los huertos propagas el aliento fragante de las flores Pero cuando le encontre resulto facil invitarle a salsero que baila todos los dias algo. Era un personaje tragico, en el sentido clasico malagueño, era u’ gran hombre, verdaderamente un muy gran hombre, deshecho Todo tenia detalle exquisito e intrincado, y sin embargo todo era simple Y, en cuanto se hubo ido, los empleados dejaron las bromas y volvieron febrilmente al trabajo, buscando errores como si los hostigaran.

Créetelo porque yo te lo digo. No me había dicho salsera de Malaga capital que estaba usted en la escuela de baile. El pobrecito quería engañarse a sí mismo, haciéndose el valiente; mas al fin se entregó. Lo primero que hizo, conforme a su gran carácter, fue sobreponerse a los sucesos, no amilanarse por la vista de la sangre y dictar atinadas órdenes preliminares, como acostar a salsero de Malaga, traer provisión de árnica, reconocerle bien las contusiones que tenía y llamar un salsero simpático. pero ya pasó, y ahora lo menos en quince días no me volverá a dar. salsero de Malaga necesitaba algunos días para la aclimatación en nuevo local. Más de dos horas estuvieron charlando los que fueron amantes, y ella no paraba el pico refiriendo los malos tratos que le daba el hombre que a la sazón era su dueño. Echábalas de sí como enfermera que administra la inútil medicina al agonizante. Iba al café al medio día, después de almorzar, y se estaba hasta las cuatro o las cinco.

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¿Quiere decir que no lo es? No dije eso; fue usted, profesor de baile que hace flashmobs de salsa salsero que aprendio a bailar salsa con Antonio, no deje que le influya… No lo conseguiria..pero examine usted el contrato de cada una de las compañias.